viernes, 29 de febrero de 2008

No merece respeto

La persona que tiene menos de treinta años y murmura: “Mmm, yo con la tecnología no me llevo muy bien”, mientras se sorbe los mocos intentando encontrar el mail donde el técnico le explicaba cómo abrir un archivo adjunto.

El proto ser humano que afirma: “Yo prefiero los perros, porque los gatos son traicioneros, ¿o no?”, mientras Sultán eyacula copiosamente sobre uno de los almohadones del sillón.

El asalariado de $1.500 que se pregunta: “Pero… ¿cuánto quieren ganar estos del subte?”


Merece respeto

La persona que sabe distinguir en qué caso la palabra aun lleva tilde y en cuál no.

El caballero que, antes de empezar a mear, abona el mingitorio con una regia escupida.

Las damas que, sólo de vez en cuando, son capaces de eructar con la fuerza de un volcán.